Tenemos un punto de partida, un momento teórico importante. ¿Cómo es concebido el ser humano en cada teoría? ¿Cuáles son los supuestos que éstas implican y qué modelos nos traen? Finalmente, ¿cuáles son sus consecuencias en la clínica?
El pensamiento de Melanie Klein es, en este punto, absolutamente opuesto a aquel que imaginase un nacimiento a partir de la mente en blanco, de una tabla rasa acognoscitiva, aconflictiva, sobre la cual se irán inscribiendo las distintas experiencias. El conflicto es para ella inherente al ser humano, como lo es la angustia. El yo emerge en medio del conflicto, del fragor de la batalla entre las pulsiones de vida y muerte. En este sentido, para Melanie Klein, el ser humano nace en una situación de alto riesgo. Herido desde el vamos por la pulsión de muerte, tiene como primera tarea hacer frente a la angustia de aniquilamiento que es su correlato.
Surgen así las primeras deflexiones, las primeras escisiones, la disociación: intentos de organización de una primitiva vida mental que es concebida como corroída por la acción de la angustia. La pulsión libidinal también se proyecta, se deflexiona y constituye objetos. Esto, sabemos, mitiga la angustia y será el embrión del yo unificado. Lagache habla de una fantasmática trascendental en el pensamiento de Melanie Klein. La fantasía inconsciente, ese producto privilegiado y omnipresente de la vida mental, tiene un origen interno, constitucional, instintivo. Pensamos que hay «un apriorismo» en el pensamiento de Melanie Klein. En medio de la lucha pulsional, los primitivos medios de defensa parecen funcionar como categorías a priori, así como las categorías kantianas de espacio y tiempo, como la forma humana de organizar los datos empíricos. Este a priori en Melanie Klein nos daría, a la vez, la posibilidad de un conocimiento y un desconocimiento del objeto. El objeto no es percibido como objeto natural, para tener una representación interna de él, sino, en primera instancia, para ser proyectado, para portar la pulsión de muerte, para ser un no-yo amenazante, pero que puede ser recusado. Seguir leyendo →
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